Mucha gente no reflexiona que cuando esta comiendo embutido, ellos son culpables indirectamente en la muerte de la vaca de lindos e inteligentes ojos o del célebre e inteligentísimo cerdito.
Al europeo, especialmente al ciudadano, el acto del crimen del animal consumido esta preservado con la distancia y el tiempo. Sin embargo él de todas maneras se queda con el acto del crimen, como en aquellos países, donde el gastrónomo lo hace por si mismo.
En algunos países hay restaurantes especiales, por ejemplo, donde se puede probar comidas exóticas y al mismo tiempo demostrar su «valentía». Las mesitas tienen una cavidad especial, donde colocan un pequeño mono de tal forma que la cabeza quede sobre la superficie. El mozo le lleva a los visitantes unos martillos pequeños, con los cuales ellos golpean al mono en la cabeza.
La batalla continua poco tiempo, pero el animal en este lapso experimenta terror y dolor, el se agarra con sus pequeñas manitas y uñas de la barra de la jaula, llora y grita fuertemente. Luego los visitantes solemnemente comen el contenido de la cabeza del mono. Por tradición la comida del cerebro del mono acerca al hombre a Díos, pero, más rápido que todo, hacia el diablo.
El más importante argumento en beneficio del vegetarianismo es la concepción ética. La gente debe comprender que otras creaciones también experimentan dolor, miedo y otras emociones, y tienen el mismo Derecho a la vida como el hombre.
Esta comprensión obliga al hombre a esforzarse a no causar daño a otros seres vivos.
La matanza humana de animales, sobre la cual a menudo escuchamos, no es otra cosa que el crimen habitual para satisfacer la costumbre de COMER CADÁVERES.
Los animales están condenados a la muerte, toda su vida forzadamente la pasan en condiciones terribles. En algunas haciendas en primavera empieza una mortandad masiva de ganado por el hambre. Se conocen casos, ¡cuando en estas haciendas le han dado periódicos por comida a las vacas!
Los animales salen a la luz como resultado de la fecundación artificial, se someten a la castración cruel, los esterilizan con hormonas, los alimentan con comida artificial, y al final, los conducen a la muerte.
Las aves jamás ven la luz del día, toda la vida la pasan en una estrecha, sucia y hedionda jaula, y por esto las jaulas conducen epidemias de enfermedades, con las cuales luchan con inmensas dosis de antibióticos y preparaciones hormonales.
No en vano, los médicos de niños no recomendaron comer carne de pollo a los pequeños. Los pediatras no alimentan las simpatías también hacia los jamoncitos de gallina, importados de los Estados Unidos.
La carne de los animales y aves muertas las elaboran con químicos especiales, y como resultado, en el camino hacia el mostrador, ella recibe hasta 2700 (!!!) preparados químicos. Pero la ley inclusive no exige que sean enumerados en la etiqueta.
Así, a los animales los tienen en verdaderos campos de concentración. El objetivo de estos campos es deleitar al hombre civilizado con un sabroso embutido. La verdad es que la matanza industrial de los animales nos recuerda los cuadros del infierno. A la vaca, que llevan hacia el puntal eléctrico del picador, le fluyen lágrimas, ella llora de miedo.
Mucha gente, sin dudarlo, renunciarían a la comida cárnica, si ellos hubieran estado en la guerra o si ellos mismos hubieran matado a los animales. Por eso es necesario hacer obligatoria la visita a los mataderos para todo el que se alimenta con carne.
«Los verdes» (defensores de la naturaleza) a la salida de las tiendas de embutidos colocan vídeos y muestran documentales sobre los mataderos, sobre las cosas terribles que allá se hacen. Ojalá que los que comen carne piensen: ¿En qué son ellos mejor que los caníbales?
En el año 1842 los fundadores de la sociedad del vegetarianismo Británico pusieron en uso la palabra «vegetariano». Ella proviene del latín «vegetus», que quiere decir fuerte, sano, fresco, vigoroso.
Al principio la palabra «vegetariano» quería decir: Forma armónica de vida, (desde el punto de vista de la moral filosófica), y no simplemente una dieta de frutas y vegetales.
El vegetarianismo es un paso muy importante en el camino hacia una sociedad realizada y feliz. Grandes pensadores como: Pitágoras, Sócrates, Platón, Leonardo da Vinci, Newton, Volter, Franklin, Rousseau, Tolstoi, R. Tagóre, Mahatma Gandi, Einstein, y también toda la familia Roerich fueron convencidos con el vegetarianismo. Entre muchos políticos, artistas populares, cantantes, músicos; la renuncia a comer carne es una norma de vida.
Los partidarios del vegetarianismo hablan ya muchos años, que la renuncia de la carne contribuye al fortalecimiento de la salud. Los científicos médicos descubrieron, que existe un enlace directo entre la utilización en la comida de carne y aquellas enfermedades como: cáncer, enfermedades cardio-vasculares, derrames cerebrales, arteriosclerosis y otras.
El organismo del hombre no está capacitado para transformar los residuos del colesterol y la grasa animal, que se introducen de la alimentación cárnica. Depositado en las paredes de los vasos sanguíneos, el colesterol disminuye el flujo de sangre hacia el corazón, lo que provoca la elevación de la presión sanguínea, la aparición de insuficiencia cardíaca y de derrames cerebrales. Mientras tanto, la proteína vegetal, que recibe el hombre, que pasa a la dieta vegetariana, ayuda a disminuir el contenido de colesterol en la sangre.
A criterio de los biólogos, el conducto digestivo del hombre no esta capacitado para la digestión de la carne.
Los animales carnívoros tienen un intestino corto, en total solo tres veces más largo que el cuerpo, y salivales ferruginosas no desarrolladas (no hay necesidad en la digestión previa de las gramíneas y frutas). Ellos tienen una sal ácida fuerte en el estomago, necesaria para la digestión de ratones y huesos de animales.
El intestino de los carnívoros permite al mismo tiempo desalojar rápidamente del organismo las toxinas que se descomponen y se separan de la carne.
Por cuanto la comida vegetal se digiere en mucho más tiempo que la cárnica, el intestino de los animales herbívoros, es como el del hombre, de 6-10 veces más largo que el cuerpo. Y en el hombre como en los animales herbívoros las sales ácidas son 10 veces más débiles, que el de los carnívoros.
El famoso científico sueco Carl Linneo afirmó: «El análisis comparativo de la composición interna y externa del cuerpo del hombre y los animales demuestra, que la comida natural para la gente son las frutas y las legumbres frescas».
La carne que no alcanza a salir del organismo del hombre, facilita la formación de toxinas y dificulta el trabajo de los riñones, motiva la aparición de muchas enfermedades: artritis, gota, reumatismo e inclusive cáncer. Vale la pena decir, que los habitantes del polo norte, que tradicionalmente comen carne y pescado, no viven más de 30-40 años. Mucha gente que utiliza en su comida carne de animales y aves, argumentan con esto que la dieta vegetariana no provee al organismo suficiente energía necesaria para la actividad diaria. Pero la práctica demuestra que esto es mentira.
El famoso y hermoso atleta ruso Iván Paddubny en su tiempo fue vegetariano, ¡lo que no le impidió ser un luchador invencible! En lo que se refiere a las proteínas, sobre la necesidad de la que hablan los partidarios de la alimentación cárnica, está demostrado que 30-45 gramos por día es suficiente para una persona mayor. Una utilización adicional no solo que es contraproducente sino que incluso puede conducir a daños del organismo. Para recibir 45 gramos de proteínas al día, no es completamente obligatorio matar a los animales y comer su carne.
La dieta vegetariana válida, esta compuesta de diferentes productos lácteos, gramíneas, legumino sas, nueces, hortalizas y frutas, que por completo proporciona al hombre de todo lo necesario. Los vegetarianos tienen una capacidad de trabajo 2-3 veces superior, que aquellos, que regularmente comen carne, y, al mismo tiempo, recuperan las fuerzas perdidas mucho más rápido. ¿Y cómo les va con relación al dinero? ¿Pues alimentarse con carne es mas barato, que con legumbres y frutas?. Estas preguntas la gente las hace a menudo. Pongamos atención a los hechos. El ministerio de los EE.UU. publicó la siguiente información: Más del 30 % de todos los granos, producidos en el país, se van en la alimentación del ganado y las aves. Para recibir un kilogramo de carne es necesario alimentar al ganado de 16 a 40 kg de grano. ¡Esto es un despilfarro tonto! El hombre que se sienta frente al plato con bistec, priva de un golpe, la posibilidad de cincuenta hombres de comer un plato de papillas. Durante esto, cada minuto en el planeta mueren 85 personas de hambre.
En los países débilmente desarrollados el hombre en promedio consume 200 kg de grano al año, la ración promedio para un europeo o americano llega a los 1000 kg de granos, de los cuales el 90% se va en la alimentación del ganado. No incluimos que todos los amantes de la alimentación cárnica sin falta pagaran karmicamente: con enfermedades penosas, sucesos infelices, vida desafortunada, muerte y sufrimiento de guerra, catástrofes y epidemias. Así las implacables, pero justas Leyes de la Vida castigan a la gente por su irracional costumbre criminal.
Todos estos hechos dan el fundamento para afirmar, que la utilización de la comida cárnica es ANTINATURAL al hombre, y el problema del hambre fue creado artificialmente.
Hoy en el mundo se produce mucho más productos, que los necesarios para alimentar la población del planeta, sin embargo nosotros sin sentido los gastamos.
Según la valoración de los dietistas de Harvard, si se baja la producción de carne en el 10%, ¡entonces esto libera la cantidad de grano suficiente, para alimentar 60 millones de personas!
Ustedes notaron, posiblemente, que la gente más fácilmente se separa de sus convicciones que de sus costumbres. Esto también tiene que ver con la torpe COSTUMBRE.
Sin embargo, en el mundo algo se está cambiando en la conciencia de la gente. El futuro, indudablemente, va por el vegetarianismo, por quien conserve los animales como nuestros HERMANOS menores, y deja no solamente de matarlos, sino también, de comerlos.